VDF ESCUDEROS
Somos un equipo de personas dispuestas al servicio, principalmente en la preparación y adecuación de nuestro templo central, en asuntos relativos al culto y reuniones programadas. Ante todo, como servidores y servidoras, tenemos un llamado espiritual de parte de Dios; dotados con los dones del Espíritu Santo, que cumplen con la función de ayudar en las tareas requeridas cada día, cada semana, cada mes y cuantas veces se requiera para tener todo en el orden material-logístico, para que los asistentes tengan su mente y corazón dispuesto en el plano espiritual. Nuestro servicio en algunos casos se conoce como Ujieres. La palabra ‘ujier’ hace referencia a esas personas de confianza que se les encomienda “las llaves y las puertas” para la entrada al “Palacio”, que en nuestro caso es nuestra casa de encuentro con el Rey de reyes y Señor de señores; nuestro Dios, que más que una estructura física es el Lugar Santo y Sagrado que nos congrega como lo que somos: una gran familia, por lo que para nosotros servir se transforma en un privilegio.
Nos hemos denominado “Escuderos y Escuderas del Reino”, ya que representamos una poderosa herramienta en el servicio para la extensión del Reino de Dios, protegiendo nuestro lugar de oración en cada detalle, en cada utensilio, en cada elemento, manteniendo la Casa de Dios como nuestro lugar de congregación de la mejor manera posible, para que no solo sea un lugar agradable a la percepción del hombre, sino sobre todo para agradar a Dios, siendo además atentos a los requerimientos de la Familia Pastoral y de los demás Ministerios que conforman el Cuerpo de Cristo y de la Iglesia como planta física. Los escuderos llamados por Dios estamos para apoyar al líder y ayudarlo a realizar la visión que Dios le ha dado. Ser escudero es tener un ministerio de oración, vigilancia, e intercesión. El escudero debe demostrar su sinceridad, lealtad, y valentía en el reino espiritual a través de la oración e intercesión.
Como hombres y mujeres ungidos con el poder del Espíritu Santo que servimos a Cristo desde el privilegio del servicio en una labor que aparentemente pasa desapercibida, pero que, siendo la carta de presentación de nuestra Congregación, servimos con amor brindando lo mejor de nosotros en la atención a nuestros propios hermanos y a visitantes.
Marinella Estupiñan
Líder de Escuderos